Luciano Napolitano

Compartir:

Luciano Napolitano

Luciano Napolitano nacio en Buenos Aires, el 30 de septiembre de 1974. Es cantante y guitarrista. Es el hijo de Norberto Pappo Napolitano

Nació en la Capital Federal, pero siempre vivió en la zona de Tigre. Estudió en un colegio industrial y se recibió de electricista.
Hasta la edad de catorce años, desconocía la identidad de su padre biológico. Luego de que Pappo lo reconociera como su hijo, comenzarían a compartir las mismas pasiones: Los autos, las motocicletas y las guitarras. Empieza siendo plomo de su padre. Aprendió a tocar de forma autodidáctica, al escuchar discos de grupos como Riff o AC/DC. Sin embargo, se decidió por armar una banda de rock pesado, después de ver un video de Ozzy Osbourne.

Acompaña a su padre en varias de sus bandas tocando la guitarra, el bajo o simplemente cantando hasta que en el año 1996 con el nombre «Los Bornes» (castellanización de «Los Osbourne»), forma un cuarteto integrado por: Napolitano en guitarra, Diego Tomás en voz,Rubén Trombini en bajo y Luis Sánchez (ex- Lethal) en batería. A la hora de grabar su primer disco en 1999,la banda quedó integrada por:Napolitano en guitarra y voz,Guillermo Rouco en bajo,y Miguel Bardiuk en batería y el nombre de la banda fue simplificado a Lovorne. Después de varios cambios de formación, la banda en la actualidad está conformada como un trío Luciano Napolitano (guitarra y voz),Marcelo Bracalente (bajo),Adrián Espósito (batería)

El 25 de febrero de 2005, fue testigo del accidente que le provocó la muerte de su padre, cuando este último colisionó su motocicleta con la de su hijo en una ruta y posteriormente, fue atropellado por un automovilista, que conducía por la vía contraría. A partir de este hecho, se ha encargado de desmentir cualquier rumor de lo acontecido.

Lleva al frente de Lovorne más de dos décadas, y desde 2018 también le pone su voz y su guitarra a Riff, el grupo con el que Pappo creó temas inolvidables como “Susy Cadillac”, “Sube a mi voiture” y “Que sea rock”, entre tantos más. Allí comparte escenario con los históricos compañeros de su padre, Vitico (Víctor Bereciartúa) y Boff Serafine, y también con las nuevas generaciones representadas por Juan Moro y Nicolás Bereciartúa que, como él, eligen seguir siendo fieles al rock and roll.

ENTREVISTA PARA INFOSHOW (2020)

Luciano no solo heredó de su padre la pasión por la música, sino también por las motos
Luciano no solo heredó de su padre la pasión por la música, sino también por las motos
—¿Sos de estar atento a las fechas especiales como cumpleaños o, en este caso, el aniversario de la muerte de tu papá?

—Nunca voy a olvidar la fecha en la que falleció mi padre, menos el día que lo conocí. No sé bien qué fecha fue, pero para mí es la más importante. Encontrar a mi viejo y conocer mis raíces… ¿qué me importa el día o la hora? Hay fechas positivas y otras que significan sufrimiento. Sobrellevar los ánimos con música en mi mente es algo grato y que me aleja de algo preestablecido y estructurado como “tener que acordarme”. En su cumpleaños siempre hicimos algo, creo que esa tradición sigue y seguirá, aún en su ausencia. Lo recuerdo con alegría y con una sensación de «quiero verte de nuevo, volver a estar con vos…”. Lógicamente lo extraño, extraño viajar y compartir historias donde fuimos describiéndonos para conocernos y disfrutar de cada momento auténticamente. También se extrañan sus pases mágicos con la guitarra, una pasión que compartíamos muy a menudo, donde sacábamos canciones de bandas extranjeras y yeites, rifes, improvisaciones en bases de blues, jazz, rock, rock pesado y metal o heavy metal.

—Compartieron la pasión por la música. ¿Qué artistas y qué canciones les gustaba escuchar juntos?

–Escuchamos Jimi Hendrix, AC/DC, Black Sabbath, Megadeth entre otros, como Sebastian Bach, Johnny Winter, B.B. King, Muddy Waters, entre otros clásicos como The Allman Brothers, Ronnie James Dio, Joe Satriani, Steve Vai, Paul Gilbert y bandas nacionales como Jericó, por ejemplo. Recuerdo haber ido a varios recitales junto a él y observar a Marcelo Bracalente (actual bajista de Lovorne) y decir: “¡Cómo toca, es un genio!”.

—¿Hay algún músico o violero que le hayas acercado vos y que él no conocía o no le gustaba hasta ese momento?

—Sí, le presenté a Machy Madco, una vez que se quedó sin bajista. Él es un bajista de Tigre que tocó en Pappos Blues desde 1994 a 1998, casi 300 shows en vivo, incluidas las cinco fechas en River con The Rolling Stones en 1995 y un show teloneando a B.B. King en 1994. Participó en seis temas del disco Caso Cerrado, vol.8, incluido “Ruta 66”.

—Aunque es recordado por su etapa más Blusera, en Pappo’s Blues, o más pesada, con Riff, supo hacer cosas más voladas en Los Abuelos de la Nada, abriendo una ventana al rock psicodélico en Argentina. También formó parte de Los Gatos. ¿Habló con vos de estos años, a fines de los 60?

—Conversamos acerca de varias historias de él junto a otros músicos. Recuerdo historias junto a Alejandro Medina, a Juan Locomotora Espósito, a Black Amaya. Y también de su fiel amigo de toda la vida desde que empezó a tocar la guitarra: Enrique Conchi su ma’ Angelozzi.

—Ya sea en el modo de tocar, de tratar los instrumentos, de manejarte con el resto de la banda, ¿qué cosas que te gustaban de tu papá terminaste adoptando para tu carrera como músico?

—Respetar, caminar derecho, tomarme las cosas con atención, respeto y profesionalismo. Cada cosa en su lugar y hacer lo posible por pasar desapercibido, aunque para lograr el objetivo haya que exponerse, sin dejar de ser uno. Tocar la guitarra y cantar es algo que aprendí casi solo, pero él tuvo mucho que ver. Me enseñó canciones como “Pequeña ala”, de Jimi Hendrix, y “El tropezón”, de Freddie King. Después, como él viajaba mucho y estaba de gira, mi sed de seguir aprendiendo me llevó a tomar clases con Miguel Vilanova, alias Botafogo o Don Vilanova, quien después de un par de clases me dijo que era mejor que siguiera solo, que él era solamente como un tutor de un árbol en crecimiento y que las ramas se iban a extender solas en el rumbo natural de las cosas.

—Y como hijo, en lo personal, ¿qué costumbres con los amigos, la familia o de su sentido del humor tenés de tu papá?

—Me siento orgulloso del padre que tengo, y digo tengo porque todavía quedó algo de él en el corazón de la gente, y cuando estoy interpretando sus canciones en algún recital, siento una especie de conexión y alivio. El sentido del humor es algo que forma parte de mi personalidad, aunque no soy un payaso y no me gusta hacerme el gracioso a propósito, prefiero que las cosas salgan naturalmente. Mi viejo tenía un sentido del humor muy particular y nos reíamos mucho de lo mismo; era sumamente gracioso. Con la familia era muy afectuoso y a la vez mantenía las distancias lógicas porque, a pesar de vivir mucho tiempo en “la casa de sus padres”, sé que estaba más tiempo afuera viajando, ocupado, haciendo reportajes o ensayos para distintos shows. Cuando no estaba en la casa de alguna novia o de algún amigo o conocido, estaba de gira. Yo lo conocí en mi adolescencia y nuestras costumbres familiares eran armar el escenario para probar el sonido y luego dar un show. No se reduce a esto, pero es una síntesis muy aproximada.

—Pappo era amado por B.B. King y también por la banda más chiquita del barrio más humilde. ¿Te han sorprendido comentarios que te han hecho a vos músicos que no te esperabas?

—Sí, la gente se acerca a comentar mil historias con él, historias de sus vidas acompañadas por su música y su manera de pensar. Casi todos los músicos tocaron con él, y sus ganas de tocar no lo limitaban a presentarse en un estadio River Plate o en un club de barrio donde se hacía un recital con bandas under.

—Ustedes compartían la misma pasión por las motos. De las que tenía tu viejo ¿eran para colección o se usaban?

—Soy fan de las motos desde que dejé de andar en bicicleta a los 14 años, más o menos. De vez en cuando organizamos salidas en moto con amigos o con miembros de algún motoclub. Mi viejo tuvo varias motos, pero a la vez no, porque no tenía motos para colección. Solo su Harley, y la usaba todo el tiempo.

—¿La tenés vos esa Harley?

—Sí. Es Victoria, su moto, y es parte de las muestras del museo de objetos y fotos que hacemos puntualmente en ciertos eventos de rock. Es una Sporter 1200 Harley Davidson, año 94, con reformas y alforjas.

—Los objetos de tu viejo siempre fueron un bien preciado por muchos. En 2007, vos y un ex productor de tu padre le regalaron una Gibson (que había sido de Pappo) al actual presidente de la Nación, Alberto Fernández, en ese entonces Jefe de Gabinete del gobierno de Néstor Kirchner, fan de tu papá y músico aficionado. ¿Qué recuerdo tenés de ese momento?

–Ahora que me lo preguntás, voy a descorchar una vieja botella para repasar esta historia. Recuerdo haber ido a la Casa Rosada y firmar un papel que decía algo, como que mi viejo había grabado una canción del disco Buscando un amor (2003) con esa guitarra electroacústica. Yo no lo vi grabando, pero confiaba plenamente en lo que ex productor de mi papá me decía porque le creía, y asumí que era verdad lo que dijo respecto de esa guitarra. Respecto al Presidente de la Nación, charlamos acerca de Los Gatos y de su pasión por la guitarra y de mi viejo, también algo de música. Esa guitarra se la dio porque necesitaba algo de él en ese momento. Acompañarlo a este productor fue un favor que le hice en una confianza que después se terminó… Mi viejo tenía razón cuando lo apodó “Falsa alarma”, porque prometía y no cumplía. Después de varios desencuentros es difícil saber si es acertado lo de la guitarra y la historia que contó, pero bueno, yo fui con buena onda.

—¿Y las otras guitarras las tenés vos?

—Algunas de las violas ya no están más en mi poder. Pasaron cosas muy feas. Cuando uno sufre una desgracia como la que yo padecí se te acerca gente para ofrecerte ayuda y otra para ventajearte. Tengo casi todas las de su última etapa musical. Cuando mi viejo falleció, sé que el manager de esa época se quedó con una sin decirme nada y que varios comenzaron a tomar algunos de sus objetos. Y un vecino de La Paternal me avisó de eso, me volví loco de la bronca y fui al taller y recuperé lo que pude. Una situación maliciosa, porque nunca pensé que parte de nuestro entorno reaccionaría así. Parte de mi familia llegó a poner escribanos para certificar lo que recuperaba del taller. Fueron momentos de dolor y de confusión. Yo no podía pensar con claridad y quedé a merced de personas llenas de codicia y de mezquindad que abusaron de esa situación de debilidad por la que atravesaba. Había perdido a mi viejo y no pude cuidar algunas de las cosas que el más amaba, como una guitarra Les Paul de color negro que él me había regalado, en público, en la presentación de Buscando un amor (el último disco de estudio Pappo). Sin ningún derecho, Florencia -su ex novia- la retuvo y se negó a devolvérmela. Ella sabía que esa viola era mía por la clara voluntad de mi viejo. Intenté recuperarla y el mismo ex productor del que te hablé antes, enterado de la situación, me dijo que confiara en él. Afirmó: “Yo te la consigo”. En medio de esa confusión mental, me estafó. Dijo que yo, por pura formalidad, debía dejar firmada una constancia de que la guitarra era de él, que yo renunciaba a la propiedad, y así lo hice. Me dijo que confiara en él, que la íbamos a conseguir, que la iba a recuperar para después devolvérmela, que yo tenía que firmar un papel que renunciaba a la guitarra para que Florencia, la ex novia de mi viejo, sepa que yo no la tendría en mis manos. La recuperó, pero se la quedó para él. Abusó de mi estado de indefensión emocional. Me estafó. Consulté con el abogado Daniel Llermanos, el que era juez, y me dijo que él haría gestiones legales para recuperar mi guitarra. Espero que lo logre y me gustaría mucho que el Presidente de la Nación, que tanto admiraba a mi papá, a quien como te conté le regalé una viola de él, se ocupara del tema. Pappo es ya una figura emblemática del rock argentino y es repudiable la actitud del ex productor. Si el abogado la recupera, trataré de ir armando un lugar para exponer al público que amaba a mi viejo las cosas que él más quería como esa guitarra negra Les Paul.

«Respecto al legado, no es ni fue nunca una obligación. Simplemente, me corre por la sangre seguirlo. Y no me imagino haciendo otra cosa», dice

—Venís de tocar en Cosquín Rock con Riff, un festival que estuvo lleno de bandas de trap. Es inevitable pensar qué diría Pappo de esta nueva generación…

—Bueno, no sé cómo reaccionaría él en estos tiempos, yo calculo que con grandeza y altura hubiera dicho lo necesario para que en su respuesta se refleje su personalidad. En lo personal, recién me entero que existen y no me molestan porque no consumo. Pero para hacer esta nota me informé y escuché a unos pibes insultándose y degradándose en público: eso no es música, claramente. Para mí, la música debe unir y trasmitir alegría lejos del conflicto y la rivalidad.

—Seguís tocando con Riff junto a Vitico, compañero de tu papá por tantos años. ¿Sentís que es un legado que él te dejó?

—Para mí es un gusto estar junto a Vitico y esta formación interpretando las canciones que significan para muchos un grito de libertad y un estilo de vida, y para otros, un nuevo camino. Respecto al legado, no es ni fue nunca una obligación. Simplemente, me corre por la sangre seguirlo. Y no me imagino haciendo otra cosa.

===>#ELSIESTERO Historias, anécdotas de las mejores Bandas del Mundo, Domingos de 17 a 18.30 hs. 105.1FM www.fmsos.com.ar
La imagen puede contener: 1 persona
La imagen puede contener: 1 persona, tocando un instrumento musical y guitarra
La imagen puede contener: 1 persona, tocando un instrumento musical, en el escenario y guitarra
La imagen puede contener: 1 persona
La imagen puede contener: 1 persona, tocando un instrumento musical
La imagen puede contener: 1 persona, tocando un instrumento musical, sentado y guitarra
La imagen puede contener: 3 personas, noche
La imagen puede contener: 1 persona, tocando un instrumento musical y guitarra
La imagen puede contener: 2 personas, noche y primer plano

Compartir:

otras efemérides

«MAGO ESPADAS Y ROSAS» (RATA BLANCA) 1990 Magos, espadas y rosas es el segundo álbum...
24 de abril de 1967. Se publica el single «Light My Fire». Es una canción...
24 de abril de 1934. Laurens Hammond diseñó la patente 1,956,350 para un ‘Instrumento musical...
24 de abril de 1995, se lanza el álbum »Palabras más, palabras menos», es el...
24 de abril de 1981, la banda Mötley Crüe se presenta por primera vez en...
24 de abril de 1990, mientras armaban el escenario para el concierto de ‘The Wall’...