El cantante y líder de U2 sobrevivió a un atentado en Dublín y sufrió por el inesperado fallecimiento de su madre cuando era un preadolescente. También tuvo algunos problemas de salud.

Paul David Hewson nació en Dublin el 10 de mayo de 1960. El tiempo le dio lugar a Bono, cantante y líder de U2, activista político y luchador comprometido contra el hambre en el mundo. El irlandés cumple 63 años. Y a lo largo de su vida ha superado varios golpes, como el dolor que lo marcó a los 14 años y cuando estuvo al filo de la muerte.

“Casi dejo de existir”, aseguró el músico en una entrevista con The Sunday Times hace unos años. “Fue un momento decisivo”, expresó en referencia a los serios problemas de salud que sufrió en 2016. “Fue bastante grave. Ahora estoy bien, pero casi no salgo de eso”, admitió el vocalista sin revelar cuál fue exactamente el diagnóstico.

Sin embargo, no fue la primera vez que su vida corrió peligro. En 2004 se hizo un examen para detectar si tenía cáncer de garganta y los resultados salieron negativos. En 2015 debió ser llevado de emergencia al hospital tras sufrir un accidente en bicicleta en el Central Park que lo dejó con varias fracturas.

La historia de Bono en Irlanda del Norte, un país convulsionado

Con U2, Bono acaba de lanzar Songs of Surrender, su décimo sexto disco de estudio. Antes de ser un consagrado, creció en un país convulsionado. “La violencia es uno de mis recuerdos más potentes de cuando era un niño. La violencia de los grupos paramilitares en la frontera, en el norte de Irlanda, o también los incidentes terroristas en mi ciudad”, repasó en su libro de memorias, publicado el año pasado.

En ese texto contó otro momento en el que estuvo al borde de la muerte. “Pude escapar por poco de un enorme atentado cuando tenía 14 años, el 17 de mayo de 1974. Recuerdo el nerviosismo de ser adolescente y crecer en Dublín. Es decir, para mí es difícil explicarles a mis hijos cómo eran los 70 en Irlanda”.

Cada capítulo de ese libro de 576 páginas está dedicado a una canción clave para la banda, donde Bono narra parte de su vida. El cantante, en un tramo, recuerda la muerte de su madre Iris, en 1974, cuando él tenía 14 años, quien no se recuperó del ACV que había tenido cuatro días antes durante el velorio de Gags Rankin, su propio padre, el abuelo de Bono, por entonces aún llamado Paul Hewson.

En el texto, el cantante narra en primera persona como él, su hermano Norman y Bob, su padre recientemente enviudado, no volvieron a hablar de Iris, como una forma de evadir el sufrimiento del duelo.

“Rara vez volvimos a pensar en ella. Éramos tres hombres irlandeses y evitábamos el dolor que sabíamos que nos causaría pensar y hablar de ella. Aunque fuera el funeral del abuelo, y aunque Iris se había desmayado, éramos niños, primos, corriendo y riendo. Hasta que Ruth, la hermana menor de mi madre, entró por la puerta diciendo. ‘Iris se está muriendo”, describió.

“Tres días después Norman y yo entramos en el hospital a despedirnos. Está viva, pero apenas… Ruth está fuera de la habitación del hospital, lamentándose con mi padre, cuyos ojos tienen menos vida que los de mi madre. Entro en la habitación en guerra con el universo, pero Iris parece tranquila. Es difícil imaginar que una gran parte de ella ya se ha ido. La cogemos de la mano. Se oye un chasquido, pero no lo escuchamos”, escribió.

El vocalista cuenta en esas páginas que la muerte de Iris acabó influyendo en canciones como “I Will Follow”, “Mofo” y “Out of Control”. “Cuando empecé a escribir -rememoró- esperaba dibujar con detalle lo que antes sólo había esbozado en canciones: las personas, los lugares y las posibilidades de mi vida. Rendirse es una palabra cargada de significado para mí”, resumió, en referencia al término “surrender” que encabeza el título del libro.