A 52 años de la separación de los Beatles, un repaso por sus hitos como solistas
Los cuatro músicos tuvieron carreras en solitario acompañadas de un gran reconocimiento popular y con varias canciones que también quedaron en la historia.
Con la separación de Los Beatles consumada, y gracias al paso del tiempo, bien podemos afirmar que fueron un grupo de cuatro solistas. Y aunque dejaron su propia vara muy alta, cada uno por su lado supo construir una carrera individual que tuvo grandes hitos.
Por supuesto que la lupa estaba puesta en Lennon y McCartney, la dupla compositora más exitosa del siglo 20. Comparado con la obra de Los Beatles, sus carreras en solitario tuvieron altibajos. Incluso la de Lennon, que se truncó con su asesinato, ocurrido en Nueva York diez años después de la separación de la banda de Liverpool.
Lo primero que hizo John Lennon como solista fue mientras aún estaba en Los Beatles. Junto a Yoko Ono, grabó en 1968 el disco “Two Virgins”, con un contenido musical que fue duramente criticado y una portada que quedó en la historia, aunque por el sentido provocador que tenía para la época en que se publicó: la pareja aparecía completamente desnuda en esa tapa.
Luego de ese disco “experimental” -como fue denominado- llegaron “Life with the Lions” y “Wedding Album”. Recién en el cuarto trabajo solista, todavía con Los Beatles en vigencia, apareció el Lennon que todos conocían. Con “The Plastic Ono Band” hizo un disco más “normal” con canciones potentes, como “Instant Karma”. Más tarde, editó un disco sencillo (de dos temas) en el que lució uno de sus himnos por la paz, “Give Peace a Chance”.
Ya con Los Beatles separados, salió “John Lennon/Plastic Ono Band”, con joyas musicales como “Madre”, “Dios” y “Héroe de la clase trabajadora”. Y un año después su obra cumbre solista: “Imagine”. En 1975 inició un parate de casi cinco años en los que se dedicó a la crianza de su hijo Sean, y en 1980 editó “Double Fantasy”, que tuvo críticas dispares.
La portada de ese disco fue la que en el atardecer del 8 de diciembre de 1980 le firmó a Mark Chapman en la puerta del edificio Dakota donde vivía John. El mismo lugar en el que Chapman esperó y asesinó a Lennon de cinco balazos, cuando este regresó a su casa a las 11 de la noche.
Paul McCartney: otro grupo y una larga carrera solista
El bajista de Los Beatles publicó su primer trabajo solista, “McCartney”, en paralelo a su anuncio de que abandonaba el grupo. Desde entonces, primero con un nuevo grupo que se llamó “Wings” y duró hasta iniciada la década del 80, y luego como solista, Paul se consolidó como un artista súper exitoso, con composiciones que hicieron historia.
Sus hitos incluyeron el álbum “Band on the Run” y también “Live at let Die” (“Vive y deja Morir”), la canción principal de la película James Bond 007, de 1973. Luego de disolver Wings, “Macca” no volvió a formar grupo, aunque sí tuvo bandas estables a lo largo de los años en su carrera solista.
Recién en 1989, tras casi una década sin salir de gira, Paul McCartney volvió a recorrer el mundo con sus presentaciones y su éxito fue rotundo, consolidando su popularidad. Desde entonces, sus shows consisten en un repaso de su obra solista, la presentación de temas nuevos y, por supuesto, lo que todos los fans que van a verlo quieren escuchar: canciones de Los Beatles.
George Harrison: todo por ganar
El guitarrista se largó tarde a la composición. Posiblemente inhibido por Lennon y McCartney, George Harrison dudaba mucho de él. Pero en la etapa final de Los Beatles ganó en confianza y su talento quedó grabado en canciones que hicieron historia en los Fab Four, como “Something” o “While My Guitar Gently Weeps”.
Al no tener mucho espacio para sus canciones en Los Beatles (no más de una o dos por disco), Harrison acumuló varios temas que terminaron siendo parte de un súper álbum, “All Things Must Pass”, donde sobresalieron “Give my Love”, “What is Life” y una de las más reconocidas de su etapa solista: “My sweet Lord”, una oda hindú a Krishna.
También en sus años como solista formó una banda de amigos, llamada Traveling Wilburys (que compartía con Bob Dylan y Roy Orbison, entre otros), con “Handle With Care” como su corte más famoso.
Ringo Starr: con una ayudita de sus amigos
Baterista, cantante y compositor. Un adelantado para su época en la que los bateristas esencialmente llevaban el ritmo de la canción. Pero Ringo Starr fue más allá, porque se animó a componer (“Don’t Pass Me By”, en el Álbum Blanco, y “Octopus’s Garden”, en Abbey Road) y le puso voz a temas históricos del cancionero de Lennon-McCartney, como “With a Little Help from My Friends” y “Yellow Submarine”.
En su etapa solista continuó recibiendo la colaboración de sus amigos y tuvo dos grandes éxitos en sociedad con George Harrison: “It Don’t Come Easy” y “Photograph”. Ya en el siglo 21, su gran éxito comercial fue “Liverpool 8″, que le dio título a ese disco y, además, fue el tema de apertura del festival “Liverpool 2008: capital europea de la cultura”.
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