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Domingos de 17 a 18.30 105.1FM
Mira un video casero de Sumo tocando en una mansión
Te contamos la historia de un VHS de 1984 de la legendaria banda de post-punk y reggae argentina, que ve la luz por primera vez en este post.
Es Panasonic japonés de 120 minutos rotulado: «Fiesta despedida de la residencia de Aguado 2885 y cumpleaños de Giannina, Bs As, 29/8/84». En los últimos 3 minutos 20 segundos se ve lo siguiente: gente vestida muy formal, bailando debajo de una bola de espejos, con un pelado de espaldas que es indudablemente el tano Luca Prodan comandando a Sumo. Una de las bandas más originales de la historia del rock hecho en Argentina está tocando el «Regtest» y una rubia platinada con un smoking fuma un cigarrillo mientras conversa en el amplio living.
En los pocos segundos en los que el camarógrafo filmó a la banda se distingue a la formación con Ricardo Mollo en guitarra, Roberto Pettinato en saxo, Superman Troglio en la batería y Diego Arnedo al bajo. El paradero del guitarrista que estuvo en la banda desde su prehistoria hasta el final, Germán Daffunchio, es un misterio. Mientras los ciudadanos de la tercera edad vestidos de manera impoluta bailan graciosamente, la mirada intensa de Prodan se clava hacia la audiencia, la vajilla plateada resplandece en una mesa larguísima y un mozo se queda firme como granadero contra una de las esquinas, con su traje blanco y el moño negro correspondiente. Se ve también a un grupo de personas más jóvenes que permanece cerca de la banda, y que indudablemente son los hijos y amigos de los señores y señoras mayores que realizan la fiesta. Todos están rodeados de pinturas paisajísticas y de la clase de barra que se puede esperar en un hotel de alta categoría. Se ve por última vez al amplificador Ampeg de Arnedo con un cabezal y a la batería Colombo de Troglio. La cámara hace zoom en la bola de espejos y la canción continúa. Fin.
«¿Cómo apareció este vídeo?» pregunta Andrea Prodan, cantante y guitarrista de Romapagana, hermano de Luca, después de que lo vemos en loop 2 o 3 veces. Le cuento. Me lo pasó Damian Stratta, guitarrista uruguayo de la banda de hardcore punk porteña Extermineitors. Es un loco mega extrovertido, 50% Wayne, 50 Garth, fan de la banda de trash de Montevideo Cross. Su novia Nina Aldino es una de las nietas de Giannina Fabbro de Kirstein, viuda del importador peronista Manolo Kirstein, la cumpleañera y dueña de la mansión donde tocó Sumo.
Giannina falleció recientemente y su nieta, del mismo nombre, tuvo que romper varias cerraduras de un armario gigante de madera para dar con los videos que la obsesionaban: «Me encanta Sumo y hace años los estaba buscando. Estos VHSs familiares de distintas fiestas también tienen la voz y la imagen de mi abuelo, a quien no llegué a conocer. Eso es lo primero que quería ver y después lo de Sumo.”
Edgardo, el tío de Nina, contó su versión sobre cómo el show se materializó: “El contacto se llamaba Arnoldo y fue el primer representante de Sumo, a quienes escuché en un bar que estaba en la calle Las Heras y República de la India, un mes antes del cumple de la abuela.” De todas maneras, como corresponde a una leyenda familiar, hay otra versión, que cuenta su hermano Santiago: “Supuestamente un amigo de mi vieja llevó a la banda como regalo para mi abuela por 800 pesos. Este tipo conocía a Omar Chabán, en ese momento el dueño del bar Einstein y así lo contactaron”.
Volviendo del flashback histórico, charlé con Andrea Prodan en San Telmo, mientras «Regtest» sigue de fondo una y otra vez.
NOISEY: ¿Qué impresión te da ver el video?
Andrea Prodan: Me fascina. Porque yo le cuento a la gente a veces que Luca era un tipo que cruzaba la barrera de clases. Su perversión más placentera era romper la estructura del otro, sin importar de que clase seas. Era divertido., pero también lo hacía de una forma consciente. Este video es una radiografía de una Argentina que ya no está. Se percibe mucho el clima de la dictadura. Cuando vine en el 82 a Buenos Aires, a ver en qué andaba Luca y a conocer a Sumo, me encontré con una ciudad pulcra, con esa sensación de la dictadura extraña en el aire: los hombres de bigote muy formales, las mujeres producidas pero como para gustarle a sus machos. Argentina es un país que ha cambiado mucho en poco tiempo. Pero volviendo al video, es genial porque se lo ve muy sano. Muchas de las filmaciones que hay son de su último año de vida. Ahí está chupado, gris, flaco pero hinchado al mismo tiempo. Acá lo veo como yo lo recuerdo, sano como un bebote.
Y en el medio de ese clima turbio de la época Luca encontró un terreno fértil para el rock.
Obvio. Para Luca fue erotizante, porque lo que los extranjeros no saben es que en Argentina hay una fauna de rock completa. Un sudamericano puede ser que lo sepa, pero un europeo o un yanqui… ellos piensan que todavía está el tango y el folclore. Cuando llegué a Buenas Aires en 1982, abrí el diario y ví todos los shows que había el fin de semana y pensé: “Esto es como Londres”. En Roma existía mucha menos actividad cultural que en Buenos Aires. Ahí entendí la mentalidad de Luca de pensar: “¿Qué carajo estoy haciendo en Traslasierra con las vacas?” Antes de que yo conozca Argentina, Luca me decía “Hay bandas de música, siempre están intentando copiar un poco a alguien de afuera, pero pasan cosas”.
En la autobiografía de la dueña de la mansión donde se hizo el recital menciona ministros de la dictadura mezclados con boxeadores y figuras del espectáculo, ¿qué te parece ese entrecruzamiento?
Siempre pasa, porque los humanos son esclavos de la educación que recibieron. Muy pocas personas tienen el coraje de romper con su familia. Es trágico, porque hay personas que podrían haber ido por un lado copado, yo pienso, ¿Cuántos hombrecitos de negocios sueñan con hacer lo que hago yo, tocar con una banda de rock a los 56? Al final son todos frustrados que no tuvieron las pelotas para hablar con la madre o el padre para que se vayan a cagar y decir “Yo quiero ser cantante”. Cuando ves estas cosas te das cuenta que los personajes en sus trajes y las mujeres emperifolladas están pensando “Eso está bueno, me gustaría hacerlo”. Así que los que tuvieron la idea de llevar a Sumo a esta casa tuvieron una ocurrencia genial.
La formación que vos viste de Sumo en 1982 tenía a Stephanie Natall en la batería, que tocaba en Manicured Noise, ¿cómo ves la relación de la banda con Sumo?
Yo no creo que Manicured Noise haya influenciado a Sumo porque a Luca no le gustaba la banda mucho. El hecho de que él se llevó una parte de su pasado inglés a Buenos Aires quiere decir algo. Además, llevando música que era de Manchester, no de Londres. Ella tenía un estilo simple y metronómico, pero en una canción como «Warm Mist» se convierte en algo casi de Led Zeppelin.
¿Pensás que la figura de Luca fue malinterpretada a lo largo del tiempo?
Siempre hay gente a la que le da la cabeza y gente que no. Algunos lo piensan como un producto rockero típico. Luca no está vivo para mandarlos a la mierda. La gente me dice la frase hecha de “Vos sabes que Luca nos rompió la cabeza a todos, hay un antes y un después”. A veces pienso que está bueno igual, porque todos estamos hechos de mitos que se van solidificando. Yo también repito clichés sobre mi hermano y eso es porque el de la familia es uno de los vínculos más misteriosos.