MANAL
Manal fue un trío precursor del blues y rock cantados en castellano, estuvo integrado por Alejandro Medina (bajo, voz y teclados), Claudio Gabis (guitarra, armónica, piano y órgano) y Javier Martínez (batería y voz).
Claudio Gabis y Alejandro Medina se conocieron durante una fiesta en una casa particular en San Telmo. Gabis tocaba en su banda llamada Bubblin Awe, mientras que Medina hacía lo propio con The Seasons. Al poco tiempo, en 1967 durante el happening «Beat Beat Beatles» del Instituto Di Tella, Gabis entró en contacto con Javier Martínez quién estaba participando con su grupo. A mediados de los años 60, Martínez había formado el grupo Los Beatniks junto a Moris y Pajarito Zaguri, llegaron a editar el sencillo «Rebelde»/»No finjas más», que tuvo poca difusión. El escenario del evento estaba en el centro mientras que a los lados dos bandas tocaban, Gabis interpretó una frase de blues y Martínez contestó con la batería, en ese momento entablaron relación. Tanto Gabis como Martínez eran amantes del blues e interesados en la música afroamericana en general.
A finales de 1967, el grupo de Gabis se disolvió mientras que Martínez dejó el suyo, por lo que ambos decidieron entonces crear una banda de blues, pero con letras en castellano, tal como propuso Martínez. El proyecto comenzó a cristalizar en 1968, cuando se sumó a ellos el bajista Alejandro Medina, dotado de mucha experiencia y notable dominio del instrumento. Inicialmente, los tres se reunieron para formar la banda de la obra teatral y musical Vietrock, que entonces se montaba en el Teatro Payró, pero no conformes con las condiciones laborales que les proponían, decidieron dejarla antes del estreno. Se instalaron en el departamento de Medina, situado sobre la Avenida Rivadavia en el barrio de Once, y comenzaron a preparar un repertorio de clásicos de soul y blues cantados en inglés, pensando que, a corto plazo, eso les permitiría conseguir actuaciones en el amplio circuito de boliches (o discotecas), que funcionaban en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Sin embargo, su objetivo fue, desde el primer momento, desarrollar un estilo propio y grabar los temas originales en castellano que aportaba Martínez, por lo cual se dedicaron, sobre todo, a ensayar ese material, poniendo énfasis en perfeccionar los arreglos instrumentales y desarrollar la creatividad y la improvisación como elementos fundamentales de su música, algo que, no siendo habitual en los grupos de rock de la época, evidencia la importante influencia que el jazz ejerció en el peculiar estilo del trío
A principios de 1968 Claudio Gabis, Javier Martínez, Emilio Kauderer y Rocky Rodríguez grabaron un demo experimental en el estudio de grabación de Jorge Tagliani. Gabis reservó sesiones de grabación en el estudio para probar que frutos podía traer esa formación. De lo grabado se prensó un solo disco que se perdió, no existiendo copia del mismo.
Poco después de las sesiones en el estudio de Tagliani, Martínez fue convocado para encarnar el personaje de «Paco» de la película Tiro de gracia dirigida por Ricardo Becher, basado en el libro homónimo de Sergio Mulet. En algún momento durante la filmación, Martínez le comentó a Jorge Goldemberg que tenía un conjunto musical que ya estaban grabando algunas canciones. Goldemberg se lo comentó al director, quién se apersonó a un ensayo del grupo, y allí mismo decidió que la banda se encargara de la música de su film. El grupo fue convocado gracias a las influencias de Goldemberg, a participar para tocar en el espectáculo teatral VietRock, en el teatro Payró. En esas instancias Gabis convence a su compañero Martínez de llamar al bajista Alejandro Medina para integrarse al grupo, completándose allí el trío musical de Gabis, Martínez y Medina
La banda se integraría al sello independiente Mandioca, con quienes grabó su primer álbum editado en 1970. Pero antes de eso, a fines de 1969 se terminó de filmar la película, Becher llamó a Manal para grabar la banda sonora. La misma iba a ser realizada por un profesional de música para películas, Roberto Lar, pero terminó aceptando que el grupo registrase la música, asistiendo incluso a una de las sesiones. El tema central de la película, «Estoy en el infierno», se había improvisado a base de experimentos en el estudio de Tagliani. La canción se volvió a grabar al igual que el resto de la música en los estudios Phonal ubicados en Santa Fe y Coronel Díaz. El trío compuso además «Tema del moderno» y «Seigmund’s Zoo». El resto de las pistas, climas y efectos fueron producto de la improvisación y la versatilidad que tenía el conjunto, según los tiempos e indicaciones del director Becher
Manal entró en contacto con Jorge Álvarez (un empresario que había tenido gran éxito en el negocio editorial),en una fiesta organizada en la casa de Piri Lugones (cuys hijos eran amigos de los manales) hecha con el objetivo de que la banda conociese a sus futuros productores. Fue en esa fiesta donde Claudio Gabis le enseñó a Javier Martínez un borrador con unas líneas para armar la lírica de una futura canción, y una base musical que había armado. Martínez terminó allí mismo la canción en menos de una hora, se trataba de «Avellaneda Blues». El grupo le cantó este tema a Álvarez, quien quedó impresionado por la misma, convenciendose de que tenía que producir al grupo
Luego del fallido intento en CBS, Álvarez, junto a Pedro Pujó, Rafael López Sánchez y Javier Arroyuelo fundaron Mandioca en 1968, con el eslogan «la madre de los chicos», primer sello del rock argentino,[15] como una alternativa para aquellos grupos nacientes de rock que eran marginados por los grandes sellos discográficos.[14] La idea de Álvarez era, además de que las bandas pudieran grabar su trabajo con libertad, que las mismas tocasen en teatros, ya que ese momento no existían los conciertos de rock en Argentino, los grupos tocaban únicamente en clubes para que el público pudiera bailar.
La invitación para el concierto inaugural de Mandioca era una alcancía en forma de manzana de cerámica que tenía una leyenda que decía «rompeme» y dentro contenía un mensaje. El sello Mandioca se lanzó el 12 de noviembre de 1968 con un concierto realizado en la Sala Apolo de la Calle Corrientes al 1300 (donde funcionó luego el cine Lorange), en el cual participaron Manal, Miguel Abuelo y la cantante Cristina Plate.[16][10] El recital se hizo con los equipos Fender de Los Gatos,[10] y al terminar el mismo subió Luis Alberto Spinetta, líder de Almendra diciendo «¿Se dan cuenta ustedes lo que empezó hoy? Hoy empezaste a terminar con la múisca comercial».Durante los meses siguientes el grupo realizó varias actuaciones en clubes de los suburbios de la ciudad de Buenos Aires.
A finales de 1968, Mandioca editó su primer material al mercado, se trataba del primer sencillo de Manal: «Qué pena me das» con «Para ser un hombre más» como lado B que había sido grabado en octubre del mismo año.[18] Se trataba de un corte extraño para la época, pues los temas superaban ampliamente el límite de tres minutos de duración impuesto por las radios y el sobre que lo contenía era un costoso tríptico de elaborada gráfica, cuyo autor era el dibujante Daniel Melgarejo.[19] El sobre presentaba una tapa desplegable en tres partes con un dibujo de un obelisco y en el medio de éste el logotipo del conjunto. En el interior, hay una dedicatoria a la gente del sello Mandioca, mientras que en la otra sección esta la información correspondiente a los temas del grupo y en la tercera o la del medio, una foto plegable del grupo, que era la cubierta en sí.Pero este primer trabajo discográfico fue recibido por los medios con escepticismo, se difundió poco y la prensa criticó especialmente el uso del castellano en las letras. En su segundo sencillo publicado a mediados de 1969, «No pibe» con «Necesito un amor», la banda logró un sonido más depurado y blusero, evidenciando una clara evolución técnica y de estilo en su interpretación.
Durante el verano de 1969 Álvarez y Pujó armaron un boliche llamado Mandioca en Mar del Plata, al no existir un lugar donde las bandas pudiesen tocar. El interior del local fue pintado de negro y amarillo como un estacionamiento, y precisamente como no disponían de sillas y mesas, usaron neumáticos de autos, allí tocaron Manal con Pappo como invitado, y Los Abuelos de la Nada. También se alquiló una casa para que convivieran las bandas. Pero el lugar fue cerrado al poco tiempo por la Policía.
La consagración llegó en el Festival Pinap, organizado a fines de 1969, cuando los asistentes invadieron el escenario del anfiteatro donde se realizaba (próximo a la actual Facultad de Derecho, hoy desaparecido), entusiasmados por la actuación del trío. Ese año la banda se había presentado con mucha frecuencia, logrando una justeza instrumental notable.
Continuará……..
#ELSIESTERO, Historias y anécdotas de las mejores Bandas del Mundo, Domingos de 17.00 hs. a 18.30 hs. 105.1FM www.fmsos.com.ar