León Gieco

Corría el año 1978, uno de los inviernos más crudos de la historia, el régimen militar avanzaba a sangre y fuego mientras los argentinos no sabían si gritar por la selección de Menotti protestar contra los milicos o refutar a los extranjeros que denunciaban campos de concentración… León que pasaba por un duro momento personal, y se decidió a grabar su nuevo larga duración, se llamaría “Cuarto disco” con lo que se puede apreciar su estado anímico. Ya lo tenía prácticamente listo, cuando en el estudio se le presentó Dino Saluzzi, un legendario y talentoso bandoneonista salteño, que ya había intervenido en la grabación de “Cachito campeón de Corrientes”. “¿En dónde tengo que intervenir?” Pregunto Dino despreocupado. León que no salía de su asombro le aclaró que el álbum ya estaba terminado y él no lo había llamado, tratándose de una confusión… Resulta que alguien había telefoneado del estudio para contratar la colaboración de otro Saluzzi de la familia para un disco de Lito Nebbia, y el que atendió el teléfono “la pifió”… Aclarado esto Saluzzi que andaba necesitando trabajar, le pidió por favor a León que le permitiera una participación en el disco, ya que encima había gastado en el pasaje y su sola participación en un tema le permitiría cobrar regalías, y León siempre listo para las gauchadas, le dijo que tenía un huaino para grabar que no lo convencía, “Fijate a ver que podés hacer con él, porque no me convence” Dino ni corto ni perezoso, le pidió hacer una prueba luego de escucharlo una sola vez, a lo que León accedió, luego de su audición le pidió una segunda toma. Pero finalmente la desechó, y se quedó con la primera porque le pareció más fresca y espontánea… Así quedaría grabado para siempre “Solo le pido a Dios”, tema que Gieco compuso en Cañada Rosquín, y que su padre como un gran visionario, le adelantó al escucharlo que esa canción se haría famosa en el mundo entero. El tema era una compilación de sensaciones de desencanto por las que atravesaba León a lo largo de los años, había una referencia al Gral. Perón según dijo un tiempo después, en la parte que habla de “Si un traidor puede más que unos cuantos” ya que según contó, se sintió defraudado cuando el Gral. echó a la JP de la plaza, a la poesía original le suprimió una parte ya que era larga y de contenido muy picante para épocas de censura, pero de todos modos León lo veía repetitivo, y no lo terminaba de convencer a pesar de haberlo incluido en la lista luego de la versión con Saluzzi.

Antes de editarlo una noche al estudio cayó un amigo, un tal Charlie García, que con su oído absoluto, se presentó para darle una mano a su amigo en la elección y audición final de las pistas. “León este tema es N° 1 del lado 1” Le dijo sin titubear apenas lo escuchó, agregó “Está re bueno! No le agregues nada déjalo así”… Y “Solo le pido a dios” se transformó uno de los temas fundamentales e icónicos del Rock nacional, versionado más de 200 veces en todo el mundo, y cantado en más de cien idiomas distintos, por generaciones de todos los tiempos y de todos los países.

#ELSIESTERO, Historias y anécdotas de las mejores Bandas del Mundo, Domingos de 17.00 hs. a 18.30 hs. 105.1FM www.fmsos.com.ar