Rock & Pop

La radio que nació con la democracia junto a una nueva generación que solo quería rock

Junto a los nuevos aires de libertad sobraba material de este género con bandas nacionales como para grabar 10 programas de televisión y 20 radios, pero no había muchos espacios para escuchar lo nuevo. Cómo emergió la Rock & Pop, la primera estación de rock en el país, a mediados de 1984, cuando comenzaba sus emisiones de prueba en frecuencia modulada

Por Bobby Flores (Infobae)

Lo siguiente no es personal. También vale la aclaración que está lejos de la crónica periodística, y más lejos aun de la intención de sentar un precedente. Simplemente que, de acuerdo a lo ya transitado, sería cronológicamente la consumación del inefable apoyo que la radiofonía le otorgó al rock argentino, para entre otras cosas, llegar a ser el más influyente de hispanoamérica.

Tampoco será ésta la historia de una radio, sino de su emergencia, que la cultura joven del momento supo bendecir a fuerza de empatizar desde la música, con la nueva atmósfera que llegaba con la democracia.

Nuevos aires de libertad con algo de paz. Era casi necesaria una radio de jóvenes para sus iguales.

La democracia llegó para instalarse en diciembre de 1983. 1984 digamos.

Los chicos empezaron a tomar las calles, las plazas y las noches. Sin teléfonos celulares ni redes sociales, los puntos de encuentro se empezaban a vislumbrar. De manera que los medios de comunicación se convirtieron en el oscuro objeto del deseo. Todo lo que en la tele, en las revistas y en las radios llevara el horrible tufo a dictadura, pasado reciente o pacatería indignada debería irse cuanto antes. Lo nuevo ya estaba pisando el felpudo de bienvenida con el dedo en el timbre.

La música rock unía a las chicas. Todos escuchábamos rock, como hoy todos los adolescentes escuchan trap, rap o como quieran llamarlo.

1984 fue un año brillante para nuestra música que ya asomaba popularizarse. A los discos debuts de Soda Stéreo, GIT, Los Twist, Andrés Calamaro, Viuda e Hijas de Roque Enrroll y Fito Páez con “Del ´63″, se sumaban las masterpieces de Charly García haciendo “Piano Bar”, Los Abuelos de la Nada aportando “Himno de mi Corazón” y La Torre con su “Solo Quiero Rock´n Roll” consagratorio.

Sobraba material para 10 programas de televisión y 20 radios, pero no había muchos espacios para la buena nueva. Todo sonaba a viejo.

Juan Alberto Badía hacía lo suyo en “Badía y Cía”, donde a veces convivían Luis Alberto Spinetta y Lolita Torres, que todo hay que decirlo.

No era un programa esencialmente de rock, aunque las bandas sostenían el rating. Tambien estaban las presentaciones en Feliz Domingo por Canal 9, pero la mayor parte de las veces eran playbacks dolorosos.

En las radios pasaba algo parecido, se comenzaban a pinchar discos al aire de Virus o de León Gieco, pero compartiendo la lista con Valeria Lynch o Sandra Mihanovich que si bien habían empezado en el rock, viraron su carrera para otros sonidos.

Ciertamente hacía falta un conducto confiable donde la nueva tribu depositara su atrevida propuesta, intentando cambiar el mundo de ser posible.

El rock estaba para quedarse y la radio sería su caballo de troya. Como siempre pasa en este pintoresco lugar del mundo, la situación era complicada. Los militares seguían provocando y la inflación anual fue del 700%, no obstante todos los habitantes de buena voluntad éramos parte de un plan maestro, que consistía en cuidar la vida en democracia, ante todo.

Para hacer grandes negocios no había mercado, y para poner una radio no había suficiente dotación. Aunque siempre hay alguno.

Después de algunos tímidos devaneos, en 1984 también aparece Rock & Pop.

A mediados de 1984 la nueva FM porteña comienza con sus emisiones de prueba. Es que la única forma de probar una radio FM era poniéndola en el aire directamente. Por lo que esas emisiones podrían ser basura o genialidades literalmente.

Como no se anunciaba, uno podía experimentar con la radio al aire. He escuchado geniales basuras en esas emisiones. Total nadie se iba a hacer cargo. El rock era la banda de sonido de todos, así que una radio de rock era lo que se necesitaba. Nunca había habido una radio de rock.

Esa era la idea de Daniel Grinbank, hasta ahí representante, productor y realizador de bandas, solistas y espectáculos de rock. Supo tener sus programas propios en radios chicas, uno se llamó Arrorock. Aunque estaba bueno no pasó nada con el envío. No obstante le sirvió para hacer amistad con Marcelo Morano, hijo de don Mercidio Morano que era el director de radio Rivadavia y hermano de Daniel que hacía El Tren Fantasma. Marcelo fue el manitas que llevó a la FM de Rivadavia al cielo, FMR fue la emisora que empezaba a poner en la conversación diaria la frecuencia modulada.

GIT fue otra de las bandas que más sonaba con la llegada de la democracia

Obvio que los únicos que nos fijamos en eso fuimos las chicas y mozos que notábamos que la música se escuchaban mejor en FM. Mucho mejor. Llevábamos ya un par de años con el walkman colgando del cinturón y los bolsillos llenos de cassettes, así que la aparición de radios de frecuencia modulada en el aparato nos venía fantástico.

Así es como Morano y Grinbank convencen a Vicente Amorena que comenzaba con DBN, la mayor distribuidora de discos en esos días, que hiciera su aporte a la causa. Poner una radio que transmitiera 24 horas de rock. Se enteran de que el dueño de Radio Buenos Aires recién comprada no demuestra ningún interés en la FM y van a verlo. Hasta ese momento no había FMs independientes, las que había eran apéndices de sus AM.

Los tipos nunca entendieron bien de que se trataba todo, sin embargo ante esos tres que no llegaban a los 30 años pero venían sacando un siete atrás de otro, sucumbieron y abrieron los bolsillos con los ojos cerrados.

Ahí comenzó todo.

Aclaremos que cuando se habla de Rock & Pop, siempre se hace honor a sus programas y conductores. Dejar de lado los dos primeros años de emisión, que fueron mas allá de divertidos y brillantes, exitosos, es ignorar que todos esos programas y conductores no hubiesen tenido la gran oportunidad de establecerse.

Los que comenzamos esas transmisiones éramos extremadamente jóvenes para encarar eso, pero esa inconsciencia nos hacía mejores.

Daniel Grinbank junto a Mercedes Sosa y Charly García en 1982

Grinbank tenía sus oficinas en Alem y Avda. Córdoba, donde se instalaron él y Marcelo Morano. Para Vicente Amorena la radio era su segundo trabajo, así que en cuanto pusieron Rock & Pop 106.3 en marcha, agarró sus cosas y volvió a su distribuidora, desde donde proveyó de discos a la radio hasta 20 años después.

Enseguida contrataron dos locutores muy de moda, Félix Musso Barrera y Pato Parodi, quienes lograron identificar a la radio enseguida, siempre trabajando en conjunto con Eduardo Gudiño, impresionante editor que hizo de los separadores de R&P un clásico modelo a seguir, imitado hasta el paroxismo por otras emisoras.

Sin estudio propio, todo se grababa en los de Roberto Víctor Cicuta en la calle Moreno. Cicuta era productor de grandes éxitos radiales.

Rock&Pop estaba en un viejo edificio lleno de macabras leyendas urbanas en la avenida Belgrano 270, a 3 cuadras de la Casa Rosada. En esos días San Telmo de noche era poco recomendable, aunque en esas manzanas estaba Michelangelo, el Parakultural, La Trastienda, Página 12 de Lanata y Taconeando, el boliche tanguero de Beba Bidart. Allí estaba el estudio y la discoteca. El corazón de una radio dedicada a la música.

Belgrano 270 donde funcionó la radio Rock & Pop (Google Street View)

Para Daniel los musicalizadores eran lo más importante, así que con esmero y dedicación se dedicó a elegirlos. Al principio éramos 6, liderados por Elizabeth Leontief, musicalizadora con trayectoria, Roberto Pildayin, Quique Prosen que venía de Continental, la AM de moda por esos días, Miguel Martínez Rial que era musicalizador de Badía, Pablo Kholhuber llegó desde FMR y yo que estaba en la radio Belgrano de Daniel Divinsky.

Elizabeth un día se fue, nadie supo bien porqué como Manuelita. Roberto marchó atrás de ella pero para irse a vivir a un lugar rarísimo en Brasil. Así que quedamos los otros cuatro hasta que R&P dejó las emisiones de prueba, saliendo oficialmente al aire en enero de 1985.

Nos reuníamos en la casa de Grinbank, donde mientras veíamos crecer a su hijo nos enseñaba sus vinilos, que eran miles, más que en la radio, y nos decía

-” esto sí… esto no…, esto no está bueno, pero puede servir, esto es muy largo, pero genial…-”

Musicalizábamos por días, Pablo el Lunes, yo el martes, Quique el miércoles. Los domingos nos rotábamos. Poníamos 250 canciones por día, sin repetir y sin soplar, rigurosamente controladas por Daniel que te bochaba bloques enteros por no respetar alguna de sus directivas. No se pasaban blandos, no se pasaba música negra, soul o funk, solo algo de Stevie Wonder de determinados discos. Michael Jackson inevitable en esos tiempos por el furor de Thriller y Otis Redding. Todos éramos fans de ese sonido negro, Grinbank sobre todo, pero al aire exclusivamente rock, más rock y algo de pop para justificar el nombre.

Bobby Flores y Quique Prosen fueron unos de los primeros musicalizadores de la primera radio rockera argentina (Crédito Bobby Flores)

Enseguida, ya desde las emisiones de prueba, los chicos se pasaban el dato que había una frecuencia donde ponían Led Zeppelin a la mañana, o discos enteros de The Police a la noche, y esa inesperada buena nueva era un reguero de pólvora cruzando veredas de calles nuevas.

Después no cambió para nada lo musical, solo que se anunciaban las canciones y comenzaban las tandas con avisos de lugares de amigos como el Emir Omar Chabán desde Cemento, José Pepe Gozalo con su Number One, la discoteca de La Salada; Beto y Atilio dueños de La Casona de Lanús o Juan Lepes de Paladium, quienes también nos contrataban como disc Jockeys o le facilitaban a la empresa sus lugares para organizar shows. También fue fundamental para el desarrollo de la identidad radial el aporte de todos los músicos, también amigos, haciendo jingles nombrando R&P, Los Twist, Los Abuelos, Andrés Calamaro, Riff, Luis Aberto Spinetta, Pappo, Virus y Sueter hacían piezas únicas que salían en medio de los bloques musicales. Daniel Morano mudó su Tren Fantasma desde FMR convirtiéndose en el único programa de la radio.

Kholhuber, Miguel, Kike y quien escribe, pasábamos gran parte de nuestra vida en la radio, donde recibíamos amigos como Luca, Gustavo, Juanchi o Federico que venían a la discoteca, cassette en mano, a grabarse discos enteros de Depeche Mode o Garland Jeffreys ya que nosotros éramos los únicos que los tenían.

Nos llegaban los discos desde USA directamente vía Lana Narosky que estaba haciendo periodismo allá y era amiga nuestra. Se compraron los derechos de rankings como el Top Forty y otros ingleses que venían enlatados y salían al aire los fines de semana. Allí estaban todas las novedades del hemisferio norte listas para el aire, aunque también inventábamos otros para conceptualizar algunos segmentos de la programación semanal.

Luca Prodan, de Sumo, era uno de los asiduos visitantes de la radio e iba a grabar discos enteros, como lo hacían varios músicos de la época

Claro que por otro lado también, éramos el anticristo para el establishment radial. Los dinosaurios se quejaban de que se malgastaba una radio si no había conductores en vivo y que se grababan las tandas para no pagar locutores. Se aparecían sindicalistas para constatar que no se explotaban a los operadores, venían todos los días los Sadaic y Capif a ver si se pasaban las listas de canciones a las autoridades de la empresa a fin de no perderse de cobrar nada.

En fin, todo eso durante dos años, 4 chicos entre 22 y 24 años, en una radio donde los dueños tenían 29 y 26, y los oyentes no superaban los 30 años. 24 horas de rock sin parar, de todos lados y fundamentalmente de acá. Algo que jamás había pasado.

Trabajábamos mucho realmente, 10 o 12 horas por día nos pasábamos en la radio. Tratando de terminar las listas a tiempo con una sola bandeja y dos máquinas de escribir en la discoteca. Citando amigos, novias y familiares ahí mismo, incómodos y felices a más no poder, ganando poco pero disfrutando mucho.

Con el tiempo, cuando nos preguntan cómo nos convenció Daniel Grinbank en el 84 para dejar todo y empezar el proyecto, contestamos

-” Es que Daniel nos dijo que con esta radio, en unos años, traeremos a los Rolling Stones…”-

Teniendo en cuenta que ninguno le creía en el fondo la utopía, sobre todo teniendo en cuenta que en esos años los Stones estaban peleados a muerte, todos solistas, no dejábamos de reconocer que el tipo estaba en una extravagante utopía que podía ser importante de verdad.

Ninguno de nosotros tenía mas de 24 años, la edad ideal para dejarse llevar por los impulsos.

#ELSIESTERO, Historias y anécdotas de las mejores Bandas del Mundo, Domingos de 17.00 hs. a 18.30 hs. 105.1FM www.fmsos.com.ar

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